- Las cuadrillas recorrieron 13 kilómetros de calles colaborando con el descacharrado y relevando posibles focos infecciosos.
- Este miércoles los operativos se trasladan a Villa El Libertador.
Luego de dos jornadas de descacharrado ya se redujeron más de cuatro toneladas de residuos y cacharros en los barrios Los Boulevares y Alicia Risler.
Entre ambos barrios de la zona norte de la ciudad, las cuadrillas recorrieron 13 kilómetros para asistir a vecinos y vecinas en la tarea de descacharrado.
Durante el trayecto relevaron posibles focos infecciosos, como espacios donde se acumula basura, baldíos, canales, autos abandonados y negocios que almacenan elementos voluminosos que puedan acumular agua durante las precipitaciones.
Los puntos ubicados en espacios públicos serán intervenidos y limpiados.
Los espacios privados que presentaban condiciones propicias para la proliferación de mosquitos fueron intimados para que reviertan la situación.
Los operativos contaron con un camión que recorrió casa por casa los barrios mencionados para facilitar el retiro de cacharros. Además, se dispusieron contenedores en puntos estratégicos para que vecinos y vecinas se acercan a descartar posibles criaderos de mosquito.
Hubo stands informativos con la finalidad de acceder a conocimientos sobre el Dengue por medio de personal capacitado en la temática.
Cómo continúa el cronograma de descacharreo para el resto de la semana:
– Miércoles 28: barrio Villa el Libertador. El contenedor de descacharreo se ubicará en la plaza ubicada en la intersección de calles Bermejo y Carmelo Ibarra.
– Jueves 29: barrio Villa Rivadavia y el punto del contenedor será la plaza del barrio.
– Viernes 30: barrio Bella Vista. Punto de encuentro para el descarte será el Centro Vecinal del barrio.
¿Por qué descacharrar?
El mosquito adulto no sobrevive a los meses de frío, pero sí sus huevos que solo necesitan de agua estancada para convertirse en larva y luego en mosquito.
Estos huevos que sobrevivieron el invierno están en diferentes lugares de nuestros patios: baldes, gomas en desuso, bebederos de animales o contenedores de aguas ubicados debajo de macetas, y todo aquel elemento que acumule humedad. También en el interior de los hogares en resumideros y en floreros o frascos con plantas acuáticas, que adornan los espacios pero que son receptáculos de huevos y larvas de futuros mosquitos de Dengue.
Higienizando nuestros hogares y desprendiéndonos de cacharros, la ciudad se anticipa y estará preparada a la temporada de verano.
