Las fiestas de Navidad y Año Nuevo dejaron un dato alentador: no se registraron heridos graves por el uso de pirotecnia en la ciudad de Córdoba.
En Año Nuevo solo se atendieron algunos pacientes por heridas y quemaduras leves en el HPA San Jorge, mientras que en Navidad apenas hubo un caso en similares condiciones en el Hospital Infantil.
Esta disminución es una tendencia que también puede notarse en otros hospitales de la capital como el Instituto del Quemado, que tiene un solo herido leve en tratamiento. El único caso grave en la actualidad es un nene de nueve años derivado de Bell Ville, internado en el Hospital de Niños provincial.
Este descenso en las heridas y las lesiones por pirotecnia puede explicarse por mayores niveles de conciencia social respecto a los peligros y daños ocasionados en las personas, los animales y el ambiente.
El menor uso es particularmente relevante en cuanto a la pirotecnia de alta potencia, que ocasiona los accidentes de mayor gravedad.
También conocidos como “fuegos artificiales”, estos artículos están prohibidos por la ordenanza 12.468, artículo 106, que desde el año 2016 veda la fabricación, venta, almacenamiento y uso de pirotecnia en la ciudad de Córdoba.
En ese sentido, durante las fiestas de fin de año, la Municipalidad de Córdoba intensificó los controles para restringir los volúmenes de esta actividad ilegal.
La Municipalidad de Córdoba junto con la colaboración del Ministerio de Seguridad de la Provincia realizaron importantes operativos y secuestro de mercaderías por un valor aproximado de 25 millones de pesos. También se clausuraron locales que vendían estos elementos.
Las acciones incluyeron móviles de la Guardia Urbana Municipal, Policía de la Provincia y funcionarios de Fiscalización y Control.
El daño de la pirotecnia
Además de la ilegalidad, utilizar pirotecnia afecta a las personas, los animales y el ambiente. Los sonidos intensos de la pirotecnia impactan profundamente a las personas con alta sensibilidad auditiva, como aquellas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), discapacidades neurológicas, enfermedades del corazón o problemas auditivos, así como a adultos mayores y niños.
Otro motivo para evitar su uso es la prevención de accidentes como quemaduras, lesiones oculares irreversibles, daños auditivos y problemas respiratorios.
El impacto negativo alcanza también a las mascotas y animales silvestres, quienes pueden sufrir episodios de pánico y ansiedad que comprometen su salud física y emocional. El ruido de la pirotecnia asusta a las mascotas, provocando que escapen de sus hogares y muchas veces, se pierdan.
A nivel ambiental, no festejar con pirotecnia reduce los riesgos de incendios y protege el ambiente de la contaminación provocada por los residuos de estos elementos.