El 9 de junio del año 1955, la Municipalidad de Córdoba adoptaba oficialmente su escudo y desde entonces nos identifica en la ciudad.
Y aunque se cumplen 69 años de esta decisión, el escudo ya existía desde la fundación, tratándose de una derivación del creado durante la génesis de La Docta por Jerónimo Luis de Cabrera en 1573 y que sería obra del escribano Francisco de Torres, miembro de la expedición que acompañaba al conquistador español.
El escudo apareció por primera vez el 6 de julio de 1573 en el acta fundacional.
En su interior incluye los dos ríos y el castillo sin almenas con tres banderas nacionales de cada lado y una séptima que se apoya en la torre del castillo y excede los límites de la esfera. Entre otros símbolos, espeta con fidelidad los lineamientos del escudo original de 1573.
La Carta Orgánica de la ciudad de 1995, en su artículo 5 lo describe así: “Su descripción es: en campo de oro, un castillo redondo de piedra de su color, con una sola torre y sin almenas, sobre dos ríos caudales de azul oscuro y, a cada lado del castillo, tres banderas nacionales de dos puntas. A manera de timbre, una bandera nacional de dos puntas, asta de oro, cuyo hierro de color natural surge del interior del escudo y se apoya en la torre del castillo”.
Algunas diferencias principales respecto al escudo de la provincia de Córdoba, que también deriva del de 1573, están en que el escudo de la ciudad tiene la forma del torreón central sin tres almenas sino con una esfera en la cumbre, sobre dos ríos azul oscuro, siendo el oro su color distintivo, mientras que en el de la provincia es el rojo vivo.
Otra particularidad es que en el escudo de la ciudad (fiel en esto al diseño original) una de las banderas no está dentro de la esfera del escudo. Además, en el de la provincia sus dos ríos de color azul descansan sobre un campo verde.
