- El vehículo emblema se puede encontrar en el Museo de la Industria en dos de sus diferentes versiones: la primera y la quinta serie, y su evolución hasta 1966, año en que dejó de producirse.
En los salones del Museo de la Industria “Brigadier Mayor Juan San Martín” (Libertad 1130) se exhiben ejemplares en perfecto estado de conservación de la famosa Moto Puma, que hoy cumple 71 años desde su primera fabricación
Estos ejemplares son testigos de una época de oro de nuestra industria nacional, y muestran la evolución de la Moto Puma desde su primera serie hasta el cese de su producción en 1966.
Se pueden conocer de martes a viernes de 8:00 a 15:00 horas y sábados y domingos de 9:00 a 19:00, con recorridos acompañados por guías de sitio durante la semana que exponen la parte histórica de cada objeto que integran el Museo municipal.
La Moto Puma se encuentra junto a los torinos, el primer Jeep de IKA, el regalo al Papa Juan Pablo II (una modificación de una Trafic para hacer el papamóvil) y frente al primer avión (IA-50) de cabina no presurizada en cruzar el atlántico de la Fábrica Militar de Aviones.
La “pumarola” como popularmente se la conocía, empieza a aparecer a partir de 1952 cuando se crea la IAME (Industrias Aeronáuticas Mecánicas del Estado), sobre la base del Instituto Aerotécnico, y que funcionara dentro del predios actual de Fadea S.A. (Fábrica Argentina de Aviones, Ex. FMA) camino a Carlos Paz.
En principio fueron 20 primeras unidades prototipos. En el Museo está la pre–serie número 7.
El 27 de mayo de 1953 comenzaba la fabricación masiva de la primera.
La moto Puma tuvo distintas series. La primera fue con cuadro de bicicleta y arranque a pedales, asiento de cuero y freno a contra pedal, de mecánica muy sencilla, que fuera la moto emblema de la clase obrera argentina por excelencia.
Luego le seguiría la segunda, (la tercera no se fabricó) pasando directamente a la cuarta hasta llegar a la última, denominada quinta serie.
“Los dos ejemplares del Museo permiten apreciar los cambios en esta evolución, comenzando con la primera serie y sus características que, además de tener cuadro de bicicleta y pedales, solo contaba con asiento para el conductor. Era austera y difícil de romper. A medida que fue evolucionando permitía la conducción con otro pasajero, aumenta la autonomía agrandando el tanque, aumenta la motorización para que pueda transitar con pendientes más pronunciadas como las sierras de Córdoba o tenga mayor alcance en su recorrido, como así también los avances en prestaciones y confort”, expresa el director del Museo de la Industria, Diego Martí.
“Esta primera serie de la moto nace a partir de la copia de una alemana que era la Gõricke, dentro de un plan de desarrollo industrial impulsado por el Brig. Juan Ignacio San Martín que dirigía el I.A.M.E y que su salida era una postal de época de esta fábrica, con los obreros arriba en sus motocicletas, el ruido ensordecedor y el humo característico”, añadió.
En total se fabricaron 105.691 unidades y desde el año 2015, a partir de una ley de la Legislatura de la Provincia de Córdoba (Ley 10.283), se la declaró a la moto Puma Patrimonio Cultural e Industrial de Córdoba, merced a gestiones del Moto Club Puma Córdoba, que es una Asociación Civil.
Se trató de un justo reconocimiento a un conglomerado de profesionales y mano de obra local que trabajaron en la producción de este vehículo y darle el valor a toda esa cultura de trabajo que dinamizó la industria local.