- Participarán distintas artistas de la escena del cuarteto cordobés.
- Será este domingo a partir de las 16 horas, con entrada libre y gratuita.
La Municipalidad de Córdoba, a través de la Secretaría de Comunicación y Cultura, invita al homenaje que se realizará a Leonor Marzano, la madre del cuarteto cordobés.
En el marco del Mes de la Mujer, se celebrará a la creadora del Tunga-Tunga junto a distintas artistas de la escena del cuarteto cordobés. La actividad será este domingo a partir de las 16 horas en el Parque Las Heras-Elisa, con entrada libre y gratuita.
Habrá conciertos a cargo de mujeres referentes e impulsoras del ritmo característico cordobés. Conforman la grilla de artistas: Nassia, la cantora del viento; Valentina López; La Chochi y la improvisada; Flor Ceballos; La Rita Tunga; y “La Gata” Noelia.
Cabe destacar que esta actividad se enmarca en una serie de políticas públicas que buscan visibilizar al cuarteto como expresión central de la identidad cordobesa y de nuestra cultura popular.
En ese sentido, se está trabajando para que la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) reconozca al género como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Todas estas acciones apuntan a salvaguardar esta expresión cultural y artística tan característica de nuestra comunidad, posicionando a Córdoba como cuna del cuarteto.
Sobre Leonor Marzano
Leonor Marzano nació en Santa Fe en 1921 y falleció en 1993 en Córdoba, ciudad donde creció y desarrolló su arte.
Fue compositora y música, y hoy es considerada madre del cuarteto. Fue creadora del tunga tunga, marca que consiste en dar prioridad en el piano a la marcación rítmica de la mano izquierda y ritmo esencial del género cordobés que hoy sigue haciendo bailar a todo el país.
Leonor integró el primer grupo de cuarteto de la historia, el Cuarteto Característico La Leo, Cuarteto Leo o La Leo.
Con apenas 11 años, ella puso en práctica un acorde que sería vital para la música popular de Córdoba en los años posteriores, imitando con el piano los tonos del contrabajo de su padre. Luego sumó un acordeón, para ayudar, y el resultado de esos acordes fue una música muy pegadiza y bailable.
En los años siguientes, su hallazgo musical cambiaría para siempre la música popular argentina.