- El multiespacio cultural emblemático de Córdoba festeja sus 110 años.
- Su historia refleja el apogeo de la Córdoba aristocrática, momentos de decadencia y hasta un presente que pone foco en una cultura democrática al alcance de todos los ciudadanos.
- Luego del penoso incendio ocurrido en 2007 y los posteriores años de abandono, desde hace un mes, los cordobeses recuperamos este espacio como símbolo cultural identitario.
Un hito clave para el progreso de la ciudad fue la reconstrucción del Teatro Comedia, donde la Municipalidad le devolvió a sus ciudadanos un símbolo de la cultura cordobesa que ahora celebra su 110° aniversario.
El espacio cultural es el reflejo de un extenso recorrido histórico que nace en 1913 como Teatro Odeón el 9 de agosto, fundado por Don Pastor Taboada, en el marco de una Argentina moderna y progresista.
“Odeón es una palabra griega que significa teatro musical y en la Roma clásica, era el espacio para la comedia, considerada en ese momento la forma más culta y elevada del teatro”, explica el historiador cordobés Rodolfo Lemos González.
Su creación sucedió cuando ya habían desaparecido los viejos teatros de Córdoba y únicamente se mantenía el Teatro Rivera Indarte (hoy Teatro del Libertador «General San Martín).
En ese entonces, el consumo cultural del lugar estaba orientado a un público aristocrático cuyo escenario presentaba los mismos espectáculos que sucedían en las principales ciudades europeas.
Los años pasaron y su nombre cambió a “La Comedia” y desde 1950 lleva su denominación actual.
Durante décadas sostuvo un alto nivel de propuestas artísticas hasta posicionarse como el teatro más importante del interior del país. Por estas tablas pasaron estrellas de renombre como Pepitito Marrone, Mariano Mores, Pedro Quartucci, Alfredo Alcón, Susana Rinaldi, Pepe Cibrián, Ana María Campoy y la legendaria Nelly Omar, entre otros.
A su vez, fue considerado un recinto propicio para debates políticos de alcance nacional, donde circularon personalidades relevantes para la Argentina del momento, como la familia Pellegrini, Roca, Pérez Compac, Alvear y Pueyrredón, verdaderos clanes argentinos.
Para la década del 60’, el teatro adopta otra realidad: propuestas de artistas jóvenes, obras nuevas para un público juvenil conectado con los movimientos rebeldes que sucedían en el mundo.
“Recordemos a Tosco, el Cordobazo, la dictadura de Onganía y Córdoba, siempre en el centro de la resistencia. Y el teatro en el medio, pero esta vez ya no con la impronta de la década del 20, sino un teatro que apelaba a la totalidad de la sociedad y que intentaba desde la comedia, como siempre, transgredir”, valora Lemos respecto al giro tomado por el Comedia en esa época, incluyendo los años 70.
La década siguiente marca una pronunciada decadencia y así es como llegó a 1999 con un teatro cerrado y un proyecto para convertirlo en un edificio de cocheras. En el año 2003 es expropiado por la Municipalidad, funcionando con irregularidades hasta que se incendió el 28 de junio de 2007 y sufrió una destrucción prácticamente total.
El Comedia, que era símbolo de un pasado glorioso de reconocido nivel cultural, artístico e intelectual, quedó bajo un montón de cenizas, y los intentos de recuperación estuvieron casi paralizados durante más de una década.
En marzo de 2021, aún en contexto de pandemia, crisis económica y recesión, la actual gestión municipal retomó los trabajos y los finalizó dos años después.
El intendente Martín Llaryora, junto a su viceintendente Daniel Passerini, inauguraron el nuevo edificio patrimonial en el marco por los festejos del 450° aniversario de la fundación de la ciudad de Córdoba, que ahora vuelve a pertenecer a todos los cordobeses.
Actualmente, el moderno Teatro Comedia cuenta con una sala con infraestructura de nivel internacional a la vez que ofrece una programación artística con impronta local, donde se destaca la actuación de los elencos estables municipales, artistas cordobeses, movimientos urbanos y el teatro independiente.
En palabras del secretario de Cultura municipal, Mariano Almada, quien destaca la importancia de contar con un teatro moderno que cuida el patrimonio y a la vez que mira la historia, y principalmente brinda la oportunidad a toda la comunidad y a numerosos artistas de ser parte de estos 110 años.
“Este multicentro cultural que da opciones para tantas actividades, donde los y las artistas de Córdoba y del mundo puedan volver a reescribir esa gran historia que nunca debió dejar de escribirse, que es la historia del Teatro Comedia”, enfatizó el funcionario.
El Teatro Comedia se concibe como otro espacio en la ciudad para el encuentro de los vecinos, el debate e intercambio de ideas, cultivar el espíritu y transformarse en un puente para que Córdoba vuelva a conectarse, no sólo con los cordobeses, sino con el resto del mundo.
“Es importante rescatar la memoria, pero es mucho más importante y urgente pensar lo que viene para adelante, que tiene que ser mejor que la Córdoba que fue”, sintetiza como anhelo el historiador.
El nuevo edificio del Comedia
A raíz de una clara decisión política del intendente Martín Llaryora, la Municipalidad de Córdoba recuperó y reabrió el Teatro Comedia, dejando atrás otro elefante blanco en la ciudad.
El edificio cuenta con instalaciones modernas totalmente nuevas: su fachada, el gran escenario, butacas, camerinos, salas de ensayo, sanitarios, un patio interno, palcos y la estructura edilicia necesaria para abastecer y conectar los equipamientos técnicos.
Como parte de la reconstrucción de las ruinas del lugar, se decidió conservar el ladrillo visto en los muros con vestigios del incendio, hoy considerados testigos que recuerdan el valor que tiene el patrimonio tangible e intangible para un municipio que mira hacia adelante.
No solo el interior del teatro fue renovado, sino que también su fachada exterior que luce venecitas negras que dan a la calle Rivadavia 254, en perfecta armonía con el diseño interior.
En cuanto a la seguridad, el recinto proporciona una red de incendio interna equipada con bombas de agua que garantizará la seguridad de todos los asistentes.
Otro de los aspectos esenciales de las obras giró en torno al tratamiento acústico integral de la sala, aspectos medidos a través del Centro de Investigaciones Acústicas y Luminotécnicas (CIAL), dependiente de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la UNC.
El teatro también cuenta con un espacio al aire libre donde se encuentra un mural de 25 m² con tonalidades sepia y colores neutros que remiten al pasado y presente del lugar.
La obra se despliega como un pergamino del proyecto original de 1913 sobre los muros históricos que hoy se resignifican como patrimonio de todos los cordobeses.